Colección

En la Colección Museográfica del Mosaico Romano de Casariche se realiza un recorrido desde lo general a lo particular, explicando el proceso de romanización de Hispania y la Bética, para posteriormente centrarnos en tres de los yacimientos arqueológicos que se encuentran en el término municipal de Casariche. Estos son: el Cerro de la Atalaya, lugar donde con toda seguridad se ubicaba la antigua ciudad de Ventippo que data del S.IV a.C.; las Canteras Romanas del Cerro Bellido; y la villa de “El Alcaparral”, donde se encontraron un grupo de mosaicos de gran valor y, en especial, el mosaico de “El Juicio de Paris”.

Sala 1
Desde el Mare Nostrum hasta Ventippo

Los pueblos del Mediterráneo estaban conectados a través del comercio marítimo. Las colonias fenicias, griegas y de otros pueblos a lo largo de las costas intercambiaban productos, costumbres, técnicas, noticias e historias; cultura, en definitiva. Así se produce una globalización del Mediterraneo, entendiendo los territorios que circundan a este mar como un mercado y escenario cultural común, con regiones integradas en mayor o menor medida.

Hispania, y en particular la zona conocida como el Círculo del Estrecho, gozaba de una intensidad comercial que explica la interrelación tan fuerte con otros pueblos del Mediterraneo. 

Ventippo no permanecía aislada en este circuito, sino que actuaba de forma integrada en éste. De hecho, sus mercancías podían llegar a puertos tan lejanos como el de Bizancio.

Las reproducciones que pueden encontrarse expuestas en esta sala hacen un recorrido histórico por el proceso de romanización de Hispania y la Bética a través de estos objetos que comparten un mismo eje vertebrador, el mar Mediterráneo (Mare Nostrum).

Sala 2
Historia del Territorio

En el término municipal de Casariche, se encuentran numerosos yacimientos arqueológicos. Entre todos ellos, destacan por su importancia y grado de estudio tres: la villa de “El Alcaparral”, el Cerro Bellido y el Cerro de la Atalaya, todos ellos de época romana.

Gracias a los estudios y actuaciones arqueológicas realizadas en cada uno de ellos, podemos disponer de una visión general de cómo pudo desarrollarse el territorio y los asentamientos en él.

Ventippo, cuya ubicación se presume en el Cerro de La Atalaya, es el nombre de una ciudad romana cuyos orígenes se remontan en torno al S. IV a.C. Fruto de la labor arqueológica, se han evidenciado diferentes fases históricas en este yacimiento.

Las Canteras de Cerro Bellido son el resultado de una intensa explotación a cielo abierto, cuya finalidad era la obtención de piezas de piedra de forma cilíndrica que eran utilizadas como contrapesos para prensas de torno en almazaras. El estudio del yacimiento, con más de 2000 metros cuadrados, ha evidenciado la altísima actividad desarrollada en este entorno desde épocas remotas.

La villa de “El Alcaparral”, hallada de forma casual en el verano de 1985, dio lugar a dos intervenciones arqueológicas que permitieron delimitar y valorar desde el punto de vista histórico el yacimiento. Ambas intervenciones, realizadas en 1985 y 1986 respectivamente, dieron lugar a la aparición de un total de quince pavimentos con un estado de conservación muy diverso, algunos de ellos con sectores completamente destruidos y pérdida de teselas. De entre todos ellos, destaca por su valor histórico-artístico la pieza más importante que forma parte de nuestra colección permanente, el mosaico que representa el Juicio de Paris.

Sala 3
Sala principal de mosaicos

La nomenclatura de esta sala viene justificada por el papel protagonista que toma dentro del discurso expositivo que sigue nuestra Institución. De hecho, ese lugar alberga la pieza más importante de nuestros fondos.

Desde este espacio, pueden apreciarse cinco de los seis mosaicos expuestos actualmente en nuestras instalaciones, donde toma especial relevancia el mosaico que representa “El Juicio de Paris”, una pieza fechada en torno a mediados – finales del siglo V d.C.

Esta obra, cuyo estado de conservación es óptimo, está realizada con teselas de materiales muy diversos: calizas, mármol, cerámica y pasta vítrea, mostrando un gran virtuosismo en la aplicación y distribución del colorido.

La escena, enmarcada por una profusa orla o cenefa, narra el episodio mitológico de “El Juicio de Paris”, cuya primera referencia aparece en la Ilíada de Homero. Una de las peculiaridades de este mosaico reside en el momento captado, justo aquel en el cual las tres diosas se presentan ante Paris y se disputan el preciado trofeo, la manzana de oro.

Flanqueando el mosaico de Paris, encontramos otras dos piezas musivarias pertenecientes a la misma villa de “El Alcaparral”. Por un lado, el mosaico que se encontraba en el denominado tablinum de la villa, espacio de despacho del posesor de la villa, pieza de grandes proporciones compuesta por teselas calizas en blanco y negro. El otro mosaico, de similares características y composición geométrica, pero de menores proporciones, ocupaba uno de los cubiculums o zonas privadas de descanso de la villa.

Sala 4
Taller del artesano

En esta sala nos introducimos en el arte musivario de pleno, realizando un viaje que cuenta con varias paradas: reproducciones de las herramientas utilizadas, diferentes métodos empleados en el proceso de creación o las variedades de teselas.

La elaboración de una superficie musivaria se dividía en varias fases, independientes entre sí, que justifican la presencia de un equipo agrupado, seguramente en un taller, y necesitado de la especialización de sus miembros en cada etapa del proceso.

La proliferación de talleres o equipos de artesanos debe ser entendida de modo paralelo a la difusión del gusto por el mosaico y su utilización masiva en la decoración arquitectónica, ya se trate de edificios con carácter privado o público. Habrían existido talleres musivarios fijos, pero también itinerantes, en los cuales sus miembros se trasladaban al lugar en que se hacía el encargo, donde incluso se fabricarían las teselas con los materiales autóctonos de cada zona.

Sala 5
La vida en la villa

Esta sala, ubicada en la planta baja, está destinada a mostrar cómo era la vida en la villa de “El Alcaparral”. En ella podemos observar más detalladamente dos de los mosaicos que se pueden observar desde la sala III, los ubicados en los oecus de la villa, ambas piezas de grandes dimensiones.

En el primero de ellos, profusamente decorada a base de motivos geométricos, destaca  la figuración central, enmarcada dentro de un medallón. En función del investigador, la interpretación del personaje que aparece es muy variada y sus significados van desde la reproducción de un dios o una imagen alegórica, hasta un posible retrato del dómine de la villa.

El segundo de los mosaicos, de temática geométrica, adopta un motivo floral insertado dentro de un octógono, que se reproduce a modo de tapiz ocupando la mayor parte de la superficie del mosaico, quedando toda la composición enmarcada por una cenefa geométrica.

El último de los mosaicos que podemos encontrar en esta sala es el mosaico del impluvium, cuya ubicación original en la villa se correspondía con el patio central, situado en el interior de la fuente o estanque que se situaba en dicho atrio.

Este mosaico, muy mutilado, repite la disposición y composición temática de otros mosaicos de similares características encontrados en la zona de la Bética, donde un festival de elementos marinos se dan cita en su representación. Peces de distintos tamaños y especies comparten escena con monstruos marinos y nereidas, de las que apenas pueden se intuir sus piernas. El conjunto estaría enmarcado por una greca.

Sala de exposiciones temporales

La Colección Museográfica del Mosaico Romano de Casariche dispone de una sala de exposiciones en la que regularmente se albergan muestras itinerantes y de producción propia, que destacan por abordar asuntos de actualidad y de interés, al tiempo que contribuyen a divulgar la cultura en nuestra localidad. 

La Sala de Exposiciones Temporales, que mantiene una programación expositiva durante todo el año, ha acogido una gran variedad de manifestaciones artísticas: desde autores consagrados hasta exposiciones acontecimientos locales, pasando por legados únicos de nuestra cultura más antigua y fenómenos sociales.

Si lo desea, puede conocer más sobre las muestras que se están exhibiendo actualmente en este espacio expositivo pinchado aquí.

Sala de audiovisuales y conferencias

Equipada con distintos recursos audiovisuales y digitales, hacen de este espacio un lugar idóneo para la realización de presentaciones y conferencias. Pudiendo estar relacionadas o no con la Colección, han sido numerosas las actividades que en ella se han desarrollado dentro del ámbito social y cultural.

Sala de usos múltiples

Este espacio responde al afán didáctico de nuestra Colección, contando con un equipamiento y espacio que hacen de esta sala un lugar idóneo para la realización de actividades y talleres con el público que nos visita. De igual forma, todas las propuestas educativas que se desarrollan durante las visitas escolares son desarrolladas por los alumnos en estas instalaciones.