El término municipal de Casariche cuenta con una excepcional riqueza arqueológica, fruto del enclave donde se encuentra situada la comarca de Estepa, entre la Baja y la Alta Andalucía.

Casariche, a pesar de la reducida superficie de su término municipal, 53 kilómetros cuadrados, ha destacado su importancia arqueológica tras la realización de una prospección intensiva en todo su territorio, que ha aportado un total de 41 yacimientos arqueológicos de diversa índole e importancia, de entre los que podemos destacar los siguientes:


Cerro de La Atalaya

Situado a 3 kilómetros al norte del actual municipio, y a la orilla del río Yeguas, es conocida la existencia e importancia del oppidum de Ventippo, siendo numerosos los autores que identifican la ciudad romana de Ventippo con los restos aparecidos en este cerro, como testimonian las ruinas que aún allí se conservan, pudiéndose datar su ocupación desde el siglo V a.C. hasta el VI d.C.

Las fuentes documentan la presencia de Ventippo en el contexto de la Guerra Civil entre los partidarios de César y los partidarios de Cneo Pompeyo, ubicando a César en la toma de la ciudad de Ventippo el día anterior a la batalla de Munda, el 16 de marzo del año 45 a.C.

El topónimo se ha constatado hasta en cinco ocasiones, presentando también acuñación de moneda propia con una cabeza galeada en el anverso, y figura militar con espada, escudo y lanza rematada en tridente, en el reverso.

Cortijo del Médico

Es en 1919, en el lugar denominado Cortijo del Médico, situado a unos 5 kilómetros al norte del actual Casariche, se reporta la aparición de un mosaico romano, el primero del que se tiene constancia en nuestro término municipal.

Cuando se descubrió, el conjunto medía 5,00 x 4,00 metros, estando formado por dos tapices aledaños, que presentaban en su interior fauna acuática, peces, crustáceos y un tondo circular con la máscara de Océano presidiendo el conjunto. Completaban la escena las Estaciones, Hipocampos y Tritones.

En la actualidad, este mosaico se encuentra desaparecido, ya que fue extraído de su lugar de origen poco después de su descubrimiento.

Cortijo Parejo

Villa romana con pervivencia desde el Alto Imperio hasta la tardoantigüedad, momento en que pudo ser abandonada, para volver a ocuparse en época moderna (en 1536 ya se cita el enclave) y contemporánea por una aglomeración de pequeñas explotaciones agropecuarias hoy convertida en pedanía.

Varios objetos, tales como hachuelas, galbos de cerámica y objetos de construcción romana han sido encontrados en dicho yacimiento.

En 1970, se descubre un mosaico de tema geométrico del siglo II-III d.C., extraído y expuesto en el Museo Arqueológico de Sevilla.

Villa de El Alcaparral

En 1985, y de forma casual, se halló un mosaico en la finca de “El Alcaparral”, lo que conllevó al posterior descubrimiento de una villa romana de grandes dimensiones, cuya cronología se sitúa entre los siglos III al V d. C.

Se trataba de una explotación agropecuaria enmarcada dentro del ámbito del valle del Genil. Tras realizarse en ella dos campañas de excavación, en 1985 y 1986, respectivamente, llegaron a encontrarse hasta un total de 15 pavimentos de diferentes estilos e importancia, así como numerosos restos de material cerámico y monedas.

En el año 2000, el conjunto de mosaicos que se encontraban en el yacimiento de “El Alcaparral” fueron extraídos del mismo, para constituir años más tarde los fondos de la Colección Museográfica del Mosaico Romano de Casariche, donde la mayoría se exhiben en la actualidad.